Los conflictos armados alrededor del mundo son una amenaza crítica para los esfuerzos de conservación de la biodiversidad. Hasta hoy, la investigación científica se ha centrado más en los resultados finales del conflicto para con la vida silvestre que en los procesos ecológicos, sociales y económicos que crean esos resultados.
Mitigar los efectos negativos en la conservación de la biodiversidad requiere una comprensión de las formas en que el conflicto afecta a las poblaciones y comunidades de vida silvestre. La Guerra en Ucrania pone de relieve que los animales no humanos también deben ser considerados víctimas.
Por María de los Ángeles Hernandez.
Abogada (Universidad de Mendoza). Miembro de la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados y Procuradores de la Primera Circunscripción Judicial – Mendoza.